Comentario de Zulema Moret sobre el libro Acantilados del Sueño


Casi En La Zozobra
                                    De Lo Indecible…



…De la estepa a Nueva York, despliega su hacer poblado de riquísimas imágenes, Antonieta Villamil. Muy al modo de la postmodernidad que detiene la imagen, construye la foto e hibridiza los tratamientos, entre la elegía y la oda, entre el testimonio y la crónica, los espacios de Villamil se regodean en el juego de la metáfora y en la mezcla discursiva. Sin sujeto apenas, paisaje, la poesía de Villamil pinta la palabra, hace de la escritura cuadro, pintura, foto.

Podríamos preguntarnos, entonces, qué es lo que mira, dónde se detiene y cómo articula y construye la imagen evocadora la poeta colombiana, porque la estepa es la estepa de la memoria que realiza su trabajo de envoltorio:

            “Desde dónde memoria,
            desde dónde remontas?
            El ileso peso de mano famélica
            te deletrea, te despalabra.
            La robustez de la mediocridad
            deja su celulitis en tu memoria”  (234).

En contraposición, Imagen de Nueva York se erige en espacio para abrigar tanto el silencio como el sonido, como si fuera una dama herida: “No en tus oídos, en tu sangre se tañe el mismo bullicio que se arrebata en turbulenta sordera. Se dibuja un silencio en espera” (235). En este poema la ciudad es la mujer, porque no hay seres que la recorran, el cuerpo se erige en una sucesión de poderosas imágenes.

Llamativa resulta en este recorte poético la alternancia de breves poemas —a la manera del haiku y del tanka— con textos en prosa poética. De este tejido que organizan las líneas de fuga de este conjunto de poemas surge la noción de identidad junto a las de frontera y de lengua.

Comentario tomado de Mujeres mirando al sur: Antología de poetas sudamericanas en USA), edición y notas: Zulema Moret, Madrid, Editorial Torremozas, 2004.

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